En un pueblo pequeño, vivía una señora llamada Doña Cata. Era conocida por su amor por las tortillas recién hechas y por su habilidad para meterse en situaciones ridículas.
Un día, mientras caminaba al molino a comprar tortillas, se encontró con El Gigante, un burro famoso por su… digamos, atributo descomunal.
El burro estaba atado a un poste, pero al ver a Doña Cata, se soltó con una fuerza sobrehumana. Doña Cata, distraída pensando en sus tortillas, no se dio cuenta del peligro que se acercaba.
“¡Oye, burro!” Doña Cata dijo, sin prestarle mucha atención. “No me molestes, que voy por mis tortillas.”
El Gigante, sin embargo, tenía otros planes. Con un movimiento rápido, se acercó a Doña Cata y, antes de que ella pudiera reaccionar, le metió su enorme pito hasta el fondo.
El Gigante solo se rió. “¡Eso es lo que pasa cuando la tienes bien rica mi amor asi como me gustan jajaja !”
El Final
Ahora, Doña Cata vive feliz con su bebé que parece un tronco de árbol en miniatura. Y El Gigante, el burro, sigue caminando por el pueblo con su bulto al frente, listo para conquistar a quien se cruce en su camino.
I'm a paragraph. Click here to add your own text and edit me. I’m a great place for you to tell a story and let your users know a little more about you.
Comments